¿Dónde están mis abejas? ¿Dónde está mi futuro?


Por casualidad, recogiendo una caja de documentos me encontré con un cuaderno de campo que rellené hace unos 25 años. En una de las páginas describo cómo en el pedazo de tierra que teníamos alrededor de nuestro viejo molino de agua casi derruido, en la alcarria conquense, volaban miles de abejas de muy diferentes especies. Se trataba de una pequeña parcela pero que rebosaba de flores y de abejas. Este verano, la parcela que rodea mi casa contaba con un gran número de flores, pero casi ninguna abeja ¿Dónde están mis abejas?

Albert Einstein profetizó que si la abeja desapareciera del planeta, al hombre solo le quedarían 4 años de vida. Así que ¿Dónde está mi futuro? Y lo que es más importante ¿Quién y cómo me lo ha arrebatado?

Desgraciadamente el seguimiento que se hace de las abejas es muy inferior al que se hace a las aves, pero ya se ha comprobado que el declive en las abejas puede rondar el 80% en los últimos cuarenta años y que las tasas de polinización se hna reducido un 50% en los últimos 20 años. Ya conocemos también las principales causas del declive de nuestras abejas: la intensificación agrícola y el cambio climático. La intensificación agrícola ha producido pérdida de hábitat, homogeneización del paisaje y la muerte masiva de abejas a manos de los insecticidas, mientras que se ha demostrado recientemente que el cambio climático está modificando la distribución de las especies y poniendo contra las cuerdas aquellas especies con pequeñas poblaciones y que dependen de un hábitat escaso.

La agricultura es la causante de la mayor pérdida de biodiversidad de Europa desde la segunda guerra mundial. No solo en abejas, en todos los insectos, en aves, reptiles, etc. Y lo mejor de todo es que la agricultura es una de las pocas políticas comunes de la Unión Europea y aquella que ha concentrado los mayores fondos comunitarios. Dicho de otra manera, los europeos estamos pagando de nuestro bolsillo una política que se ha mostrado ineficaz para mantener la población humana en el campo y muy eficaz en destruir nuestra biodiversidad.

Ahora estamos en un buen momento para dar un giro importante a esta situación. Estamos ante el inicio de una nueva reforma de la Política Agraria Común (PAC) y el primer documento de la Comisión Europea tiene aspectos realmente positivos. Sin embargo, todavía hay muchos reparos a introducir la componente ambiental en la política agraria. Sin ir más lejos el presidente de ASAJA ha manifestado que se siente profundamente preocupado por que la Ministra de Medio ambiente quiera hablar “de lo suyo” con los ecologistas ¿Cuándo se darán cuenta los agricultores que ellos se juegan tanto o más que cualquiera ante la desaparición de las abejas?

BirdLife trabajará duro para que la PAC sea más verde y permita un futuro mejor para la humanidad y el planeta.

Me viene a la cabeza un escrito del libro “Mi cuerpo de Tierra” de María Soledad Gallego Bernad que con más maestría lingüística que la mía escribió sobre este tema (sigue este enlace para ver este texto).