En los próximos días se discutirá en el Parlamento Europeo el tratado de libre comercio entre EEUU y la UE (Transatlantic Trade and Investment Partnership o TTIP). Se trata de un tratado muy oscuro en el que todas las negociaciones se llevaron a cabo de forma secreta. Es evidente que cualquier cuestión que se lleve en secreto, y se impida el conocimiento de las negociaciones a los ciudadanos, suena más que sospechoso.

Dado que ya se ha instaurado un comercio global, y que los aranceles entre EEUU y la UE son muy bajos, un tratado podría haber tenido interés si garantizase los estándares más elevados de protección social y ambiental, pero como pueden ustedes imaginarse no es esto lo que ocurre. A la hora de igualar las normativas se suele tender a rebajar las obligaciones, lo que sin duda, terminará repercutiendo en una reducción de los derechos sociales y de la conservación del medio ambiente y la naturaleza.

Además, el tratado propone instaurar un mecanismo de resolución de conflictos en el que las empresas pueden llevar a los estados a los tribunales si la normativa que adoptan les perjudica. Por tanto, una empresa, por ejemplo, podría limitar la capacidad de un gobierno para regular para limitar o prohibir un determinado producto químico por motivos de salud en el caso de que lo considere como una restricción irrazonable del comercio de la empresa tal como se establece en el tratado. Sin embargo, los ciudadanos no tendríamos la capacidad de recurrir aquellas normativas que reduzcan el estándar de protección ambiental o social que tengan por objeto mejorar el intercambio comercial.

Los partidos políticos españoles con representación en el Parlamento Europeo decidirán por nosotros en unos días y todavía no nos han explicado a los españoles lo que nos supondrá el TTIP. Tampoco nos han dicho lo que piensan votar, o las acciones que están llevando a cabo para protegernos mejor. Se trata de un tratado que de aprobarse con las actuales condiciones pueden pasar una importante factura a nuestra naturaleza y a nuestro sistema de protección social.

Señores políticos, dejen de trapichear a nuestras espaldas. Explíquense más y pidan nuestra opinión. Estas son las cosas por las que su profesión está cada vez peor vista por parte de los ciudadanos.

Señores periodistas, den a este tratado la importancia que tiene para la vida de los españoles y para su entorno e informen de forma amplia y rigurosa del impacto que tendrá para nosotros.