Coche eléctrico en Oslo (JC Atienza)

Acabo de volver de la Segunda reunión de Signatarios del Memorandum de Entendimiento para la conservación de las rapaces euroasiáticas y africanas (Mira este enlace para ver un resumen) que se celebró en Noruega y me he llevado una grata sorpresa al ver la gran cantidad de coches eléctricos que circulan allí.

¡Y es que en Noruega, en vez de poner impuestos al sol tienen planes para reducir sus emisiones!

Su objetivo es recortar un 40% sus emisiones, y dado que la mayoría de la energía eléctrica es ya renovable y libre de emisiones, los recortes deben hacerlos en el transporte. El objetivo es que en 2025 el 100% de los vehículos que se vendan sean libres de emisiones.

Para ello han tomado medidas ejemplificantes como que los vehículos municipales sean eléctricos en 2015 y que el transporte público sean libres de combustibles fósiles para el año 2020 (incluidos los taxis). Pero también han puesto grandes incentivos al cohe privado eléctrico:

1. Están libres de impuestos de matriculación
2. Están libres de impuesto de circulación
3. Tienen el parking público gratuito
4. Tienen los peajes gratuitos
5. Tienen los ferrys gratuitos (allí se usan mucho)
6. Tienen acceso a los carriles restringidos a autobuses.

Una batería de medidas que hacen que hoy en día un 20% de los coches vendidos en Noruega sean eléctricos y que podamos ver imágenes como las que he podido tomar en Oslo. Esto demuestra que cuando se quiere se puede.

Mientras el Consejo de Ministros noruego lleva a cabo este tipo de políticas, el Consejo de Ministros español aprueba decretos frenando el autoconsumo y la energía solar en beneficio de las grandes empresas energéticas (mira este enlace). Estas diferencias en las políticas son las que hacen creibles o no a los gobiernos cuando dicen que refucirán sus emisiones y lucharán contra el cambio climático.

Coches eléctricos en Oslo (fotos JC Atienza)

Estas diferencias en las políticas son las que tendremos que buscar en los programas electorales en los oróximos meses para no equivocar nuestro voto el 20 de diciembre.