Rapaces envenenadas con plomo

Ya he comentado en algún otro post el problema que supone la utilización de munición de plomo. Normalmente se hace hincapié en los efectos que produce sobre las aves acuáticas por el hecho de ingerir los plomos al confundirlos con gastrolitos, pero cada vez tenemos mayores evidencias de que no solo afecta a ese grupo de aves.

El lunes participé en el Grupo de Trabajo del Quebrantahuesos del Ministerio de Medio Ambiente en el que se comunicó el caso de dos ejemplares de quebrantahuesos con plumbismo. Además tenemos información de casos de buitres negros y de águilas imperiales intoxicadas. Aves que desgraciadamente no surcan ya nuestros cielos.

La RSPB ha sustituido el uso de plomo en la gestión de sus reservas a la luz de los conocimientos científicos de la afección del plomo sobre las aves y sobre la cadena trófica. En la foto de este post se puede observar los pequeños fragmentos de plomo (puntitos blancos) que quedaron en el cuerpo de un corzo abatido con munición de plomo en una reserva de la RSPB. Son fragmentos demasiado pequeños para ser detectados por las aves (incluso por los humanos que los consumen) pero a la larga son lo suficientemente importantes para ser letales.

Hace poco me comentaron que los Agentes Rurales de Cataluña han propuesto a sus superiores sustituir sus municiones de plomo por otras menos contaminantes para dar ejemplo. Le comenté esta iniciativa a los responsables de la gestión de las reservas del Principado de Asturias y me dijeron que lo estudiarían, pero que no ven el problema de disparar con plomo.

Empieza ya a ser hora de ver este tipo de contaminación difusa y de eliminar de nuestros campos la munición de plomo, más aún cuando ya existen alternativas viables.

La Real Federación Española de Caza ha cuantificado el impacto económico de la caza en unos 2.230 millones de euros al año, disparar con munición no contaminante supondría aumentar a esta cifra solamente unos 300.000 euros, ver volar a un quebrantahuesos no tiene precio.