500.000 fringílidos capturados fraudulentamente cada año en España


No es ningún secreto que en España hay una gran afición en tener aves canoras en jaulas. No hay más que andar por las calles de cualquiera de nuestros pueblos y ciudades para oír en las terrazas los cantos de jilgueros, verderones y pardillos. Pues bien, para abastecer la necesidad de todos estos aficionados las administraciones públicas dan en promedio unas 21.500 autorizaciones al año para capturar entre 200.000 y 600.000 aves silvestres. Así un año tras otro. La realidad es que se capturan muchas más y que probablemente el número de aves capturadas ronden el millón. De las aves capturadas muchas se mueren, otras son liberadas y el resto se guardan en jaulas.

La cuestión es que la Directiva de Aves no permite la captura de ningún ave silvestre, salvo las que se consideran cinegéticas. Cualquier otra especie requiere acudir a un régimen de excepciones definido en el artículo 9 de la Directiva que exige que se cumplan tres condiciones: primero, el Estado miembro debe limitar las excepciones para aquellos casos en que hubiere otra solución satisfactoria; en segundo lugar, la excepción debe fundarse en al menos uno de los motivos enumerados limitativamente en la Directiva (en este caso para permitir, en condiciones estrictamente controladas y de un modo selectivo, la captura, la retención o cualquier otra explotación prudente de determinadas aves en pequeñas cantidades), y, en tercer lugar, las excepciones deben responder a los precisos criterios de forma enumerados en el apartado 2 del mismo artículo que tienen por objeto limitar las excepciones a lo estrictamente necesario y permitir la supervisión de las mismas por la Comisión.

La cuestión es que la captura de fringílidos para enjaular no cumple con la primera de las condiciones, ya que si que existen otras soluciones satisfactorias para que los ciudadanos europeos puedan tener aves en jaula, se llama cría en cautividad. La cría en cautividad de estas especies es bien conocida y en muchos países es la única fuente de aves para jaula. Pero no es que SEO/BirdLife lo diga, el propio Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas ha sentenciado a Bélgica por dos veces por autorizar la captura de fringílidos.

¿Entonces, si está tan claro que no es legal por qué España lo sigue autorizando? Es una pregunta que no tiene una clara respuesta salvo que somos un país con gran tradición de incumplimiento de las directivas ambientales.

En cualquier caso, Cataluña ya ha sacado a información pública una Orden para prohibir la captura de fringílidos. Según mi información la Generalitat recibió unas 2.000 alegaciones en contra y solo una a favor, la de SEO/BirdLife. En el momento en el que Cataluña lo apruebe será la primera comunidad autónoma en hacerlo.

Por su parte, SEO/BirdLife ya ha anunciado que empezará a recurrir cuantas órdenes de Comunidades Autónomas permitan estas capturas. Ya está bien que cientos de miles de aves, probablemente cerca de un millón de aves se capturen todos los años de forma fraudulenta. Espero que en uno o dos años consigamos acabar con esta práctica desgraciadamente tan enraizada en nuestra cultura y que, como en otros países, los aficionados a las aves en jaula se surtan exclusivamente con aves criadas en cautividad.