Mi botella de leche


Bueno, si os acordáis de los propósitos que me hice a principio de año me planteé reducir mi huella ecológica con una serie de acciones concretas. En algunas he avanzado mucho y en otras todavía no llego. Por ejemplo, me propuse comer carne solo dos veces a la semana y, aunque he reducido mucho mi consumo de carne, no he llegado al objetivo marcado.

En esos propósitos no incluí reducir el volumen de mis residuos, pero ahora me lo voy a plantear. Me ha llevado a ello el nuevo enfoque que Margaret Fenwick ha dado a su famoso blog “Verde que te quiero verde”. A partir de ahora va a analizar cada semana uno de sus envases para intentar eliminarlo o reducirlo de su basura (pincha aquí para verlo).

El primero de sus entradas ha sido con el bote de leche. Sus conclusiones son las siguientes:

1. El “envase perfecto” para la leche sigue sin existir.
2. Debemos optar por los brik o las bolsas de plástico.
3. Hay que enfocarnos más en qué hay DENTRO del envase.
4. Apoya los ganaderos locales y reduce la huella de CO2 comprando leche de tu región.
5. Vota con tus €uros y elige leche certificada ecológica cuando sea posible. Es mejor para ti, las vacas y nuestro planeta.

Yo por mi parte compro leche Asturiana en bote de plástico de 1,5L. La compro en primer lugar porque me gusta el sabor de su leche y en segundo lugar porque un amigo que tenía altas responsabilidades en residuos en el Ministerio me contó que el diseño de esta botella les había permitido reducir en su fabricación en un gran porcentaje la cantidad de plástico.

Pero ahora veo que no es lo mejor que puedo hacer. Me propongo por lo tanto buscar si tengo algún punto de venta cercano con leche que se produzca mi región y que además se venda en brik o bolsa de plástico. Si lo encuentro prometo pasarme a ella. Me gusta mucho la leche, pero me gusta más la naturaleza.