El negro futuro de los incendios


Estamos tan acostumbrados a tener en la televisión noticias sobre incendios que ya no les prestamos atención, a no ser que se produzcan daños personales, pero la realidad es que los incendios son verdaderas tragedias medioambientales.

Según WWF el 47% de los incendios son intencionados, incendiándose de media unas 123.442 ha al año lo que supone que en los últimos 10 años se ha quemado una superficie equivalente a la Comunidad Foral de Navarra.

Los incendios forestales son la primera causa de destrucción de hábitat de la Red Natura 2000. Es cierto que un monte que se incendia puede recuperarse y que el que se encuentra debajo de una urbanización no, pero su recuperación no siempre es tan fácil.

Un estudio científico, publicado en la revista ‘Fungal Biology’, en el que han participado investigadores del CSIC muestra que el aumento de incendios forestales en la cuenca del Mediterráneo podría estar minando la resistencia de sus ecosistemas y que los incendios forestales no sólo arrasan los bosques de forma inmediata sino que sus efectos se prolongan durante mucho tiempo, incluso cuando aparentemente se están recuperando. El estudio demuestra que cambios en la estructura, la composición y la diversidad de los hongos ectomicorrícicos, que juegan un papel clave en la regeneración de bosques y otras comunidades vegetales tras una perturbación.

Esto quiere decir que incluso en hábitats mediterráneos acostumbrados a incendios periódicos, el aumento de la frecuencia de incendios provocados por el hombre podría estar afectando a su capacidad de regeneración.

Así que un componente más a tener en cuenta: la muerte directa de los animales, la destrucción de su hábitat y los hongos ectomicorrícicos.

Cada vez es más urgente que el Ministerio de Medio Ambiente encargue un informe que evalúe en profundidad el impacto de los incendios sobre la Red Natura 2000 y sobre las especies amenazadas así como de su riesgo potencial.